Una nueva remesa de novedades ha abierto, una semana más, nuestro club, con el único fin de dar cuenta de algunas posibles lecturas y conocer mejor el panorama que se abre felizmente ante nosotros. He aquí la cosecha:
- Las noticias de la semana: premios a gogó. Los premios, ya que no nos los dan a nosotros, nos sirven al menos para traer a primer plano a escritores y obras que muchas veces quedan diluidos en la vasta corriente de publicaciones y que merece la pena rescatar. Esta semana nos hemos hecho eco de tres autores:
-Luisgé MARTÍN: Premio Herralde. El autor de la más que interesante La muerte de Tadzio y ya habitual de la casa de los sucesores de Jorge Herralde gana este año con una novela que, nos anticipan, continúa en la línea de mostrar su militancia gay y su capacidad para dotar de un alto voltaje erótico sus historias.
-Irene VALLEJO: Premio Nacional de Ensayo. Poco que añadir a lo ya dicho en nuestro club sobre las bondades de este ensayo que se ha convertido, como dicen algunos periodistas, en el fenómeno de la temporada.
-Alberto OLMOS: del ganador del primer premio de periodismo David Gistau, destacamos su última novela Irene y el aire, recorrido autoficcional sobre su experiencia de maternidad/paternidad.
Aprovechando el premio a este interesante columnista, reparamos en la obrita configurada por columnas que ha venido publicando Juan Manuel de Prada desde la llegada del coronavirus a nuestras vidas: Cartas del sobrino a su diablo. Y, frente al diablo...
-Eduardo MENDOZA, Las barbas del profeta (Seix Barral). Recorrido personal narrado de manera desenfada por los relatos de la Biblia que marcaron al autor de La ciudad de los prodigios y que puede ser una estupenda ocasión para volver a este imprescindible pilar de nuestra cultura. Un complemento ideal, por cierto, al libro de Juan Eslava Galán La Biblia contada para escépticos, aparecido hace unos meses.
Italianos: coinciden en librerías tres textos italianos de notable interés:
-Erri de LUCA, Imposible (Seix Barral). Estamos pendientes de qué nos aporta este viejo conocido de nuestro club.
-Andrea CAMILLERI, El rey campesino (Destino). El llorado Camilleri abandonó un instante a Montalbano y sus novelas policiacas para dar cuenta de la historia de este "rey" siciliano del siglo XVIII. Novela histórica de genuino sabor trinacrio.
-Dacia MARAINI, La larga vida de Marianna Ucrìa (Galaxia Gutenberg). La nueva edición en castellano que llega ahora a librerías parece una excelente oportunidad para conocer (o reconocer) a una de las figuras más relevantes de la literatura italiana de la segunda mitad del siglo XX, en esta ocasión con el relato histórico de la protagonista, una joven de la nobleza siciliana del XVIII (por tanto, complemento ideal para la novela de Camilleri), llena de lances condicionados en gran medida por su sordomudez. ¿Será nuestra cuarta lectura del año? Lo sabremos en breve...
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