No hemos terminado con Scott Fitzgerald y su mundo desencantado. Sin embargo, la voracidad connatural a los miembros de nuestro club, avivada por la poca disponibilidad de las obras que escogemos (mientras sigamos sin escoger el Planeta como lectura de cabecera, habremos de vérnoslas verdes) ha determinado que pongamos dos obras en nuestra lista de legendae: en primer lugar -y podemos ir a por ella ya-, una novela de Virginia Woolf: Orlando. Se puede encontrar en Edhasa y, si vais por alguna librería de lance, también podréis adquirirla en la colección de clásicos que no hace demasiado distribuyó el diario El País. Y, para quien esto sea poco, también se ha propuesto la lectura de otro plato fuerte americano: El ruido y la furia de William Faulkner. Existen varias ediciones, aunque tal vez la más fácil de conseguir sea la de Cátedra. Y todo esto, sin anestesia.
No os agobiéis, y a disfrutar de las lecturas.
27/11/08
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