La
lista está en el origen de la cultura. Es parte de la historia del arte y de la
literatura. ¿Para qué queremos la cultura?: Para hacer más comprensible el
infinito. También se quiere crear un orden, no siempre, pero a menudo. ¿Y cómo,
en tanto seres humanos, nos enfrentamos a lo infinito?, ¿cómo se puede intentar
comprender lo incomprensible? A través de las listas, a través de catálogos, a
través de colecciones en los museos y a través de enciclopedias y diccionarios.
Hay cierto encanto en enumerar con cuántas mujeres se acostó Don Giovanni:
fueron 2.063, al menos según el libretista de Mozart, Lorenzo da Ponte. También
tenemos listas prácticas: la lista de la compra, el testamento, el menú… que
son asimismo adquisiciones culturales por propio derecho.
Umberto ECO
Si así pensaba Umberto Eco, con el
permiso de Mari Carmen, no hemos podido dejar de elaborar nuestra lista, y bien
que nos ha costado. Lo mejor de ella: que no es solo una biblioteca ideal, sino
una biblioteca emocional, pues al fin y al cabo no se entiende la lectura sin
la emoción.
Mil gracias, porque este listado refleja
no una pretensión de hacer la mejor biblioteca, sino una muestra de generosidad
por dejarnos ver quiénes somos a través de las lecturas.
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