21/5/09

Parte de la última sesión

Hete aquí que ya hemos encarrilado la recta final del curso. ¡Quién lo habría dicho! Pero aún no ha acabado, ni mucho menos, y tenemos cuestiones pendientes. Para quienes no pudisteis acudir a la sesión de ayer, os informo de que terminamos de comentar la ¿novela? de Berger –y no sabéis qué satisfactorio es para mí que vayamos conociendo nuevos autores interesantes que incorporar a nuestra nutrida lista de lecturas- y que, sin solución de continuidad, se engarzó con el comentario de Nada de Laforet: así que eran las siete de la tarde cuando las puertas de nuestro club nos veían salir. Aún es mucho lo que nos resta por comentar de esta novela, por lo que la próxima sesión será plenamente convencional, pues no hay tiempo que perder...

Sí que os avanzo que hemos decidido una lectura veraniega, por cuyo volumen no hemos propuesto para las clases: Hijos de la medianoche de Salman Rushdie. Aunque todavía no nos han comunicado nada sobre qué pasará el año que viene con nuestro club, creo que es una propuesta muy interesante para todos. Recientemente se ha reeditado en Mondadori, además de que existen ediciones en bolsillo a partir de la original en Alfaguara.

Por último, se estaba tramando hacer alguna actividad más lúdica (aún) tras la sesión del jueves, y María José hizo un ofrecimiento tentador… Así que quienes podáis, venid con disposición para lo que sea.

18/5/09

Adiós a Mario Benedetti

Pasatiempo

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

14/5/09

Vaya coñazo que he "soltao"...

Pues estas palabras de nuestro ínclito ex-presidente traducen perfectamente la sensación que me ha quedado hoy tras nuestra, por otra parte, deliciosa sesión: la de que he hablado demasiado y la de no haber dedicado el tiempo necesario a la obra de Berger. Por eso, espero que vuestra benevolencia haya ya obrado y, si hay cualquier otra aportación a esta lectura, traedla por favor a la próxima sesión.
Para quienes no habéis estado, tal vez sepáis ya que el cierre y fin de fiesta de lecturas lo protagonizará un clásico de nuestras letras: Nada, de Carmen Laforet. Hay ediciones por doquier, pero la más habitual es la de Destino. Por otra parte, existe la posibilidad de que no pueda asistir el jueves próximo, por lo que os informarán convenientemente de si finalmente la sesión tiene lugar el miércoles 20.
Y aprovecho para adjuntaros dos enlaces: el primero, a la reseña que hemos mentado de Juan Manuel de Prada en ABCD sobre la última obra aparecida en Lumen de Toni Morrison. Naturalmente, como crítica es absolutamente válida, pero su lectura nos ilustrará sobre lo que hemos comentado.
http://www.abc.es/abcd/noticia.asp?id=11907&num=902&sec=32

El segundo es una de las "perversiones" que también ha sido mencionada en la sesión: la parodia de dos de nuestros escritores más preclaros en un programa no apto para todos los públicos, cuyo humor requiere preparación si no lo habéis visto nunca. Allá va...

http://muchachadanui.rtve.es/arturo-perez-reverte-presenta-muchachada-nui.html

3/5/09

Día de la madre

Aunque os había puesto la información en la columna de la derecha junto a otras novedades, hoy me parece muy señalado destacaros la última novela de Joyce Carol Oates Mamá (Alfaguara), cuyo punto de partida es justamente la celebración del día de la madre. Lástima que sea excesivamente extensa como para haberla incluido entre las lecturas recomendadas, pero habría sido un inmejorable contrapunto al señor Roth con su Patrimonio. Como siempre, os adjunto el enlace:
Y, como regalo, os traigo un fragmento de uno de los escritores que hemos trabajado en nuestro club titulado "El corazón". Feliz día.

El corazón era el órgano del cuerpo al que más se referían las madres, sobre todo si era de sus niños de quienes hablaban. Decían "tenerlo en un puño" cuando temían que pudiera pasarles algo malo, o que "les habían entregado su corazón entero" para indicar que nada amaban más en el mundo que a ellos. "Una corazonada" era la creencia vaga, sin fundamento racional, de que algo feliz o desgraciado podía sucederles, y hasta en numerosas ocasiones llegaban a referirse a sus pequeños con un tono de impaciencia o leve disgusto, como cuando éstos se eternizaban comiendo, y ellas no podían evitar decirles desesperadas: "Pero, corazón mío, ¿aún no has terminado?". Pensaban que, si llegaba a pasarles algo malo, sería "como si les arrancaran el corazón", y decían "llevarlo en las manos" cuando cada noche se acercaban de puntillas a sus cunas para ver si estaban destapados. Siempre que pensaban en sus niños terminaban haciéndolo en ese órgano extraño que guardaban en lo más hondo de su pecho, y que era esa parte de nuestro propio cuerpo que no nos pertenecía, que hundía sus raíces en el fondo compartido del mundo. Eso significaba para ellas el nacimiento de sus hijos, que había llegado el momento de ponerlo en otras manos para que hicieran con él lo que quisieran. "Y le entregó su corazón", ¿no era así como terminaban todos los cuentos que merecían la pena?
GMG, Pequeño manual de las madres del mundo. Barcelona, RqueR, 2003.

2/5/09

Gándara y Berger

Hace ya unos meses comentábamos en clase, a propósito de la publicación de su última novela El día de hoy, que Alejandro Gándara es uno de esos miembros del puñadito de escritores españoles actuales al margen del café para todos que devasta a veces nuestra literatura, y que merece la pena leer. Pues bien, aprovecho para sumar a nuestros enlaces el de su página en facebook (siempre que hacemos estas cosas esperamos que no haya represalias sgaeianas) y "robarle" de paso la crítica que hacía hace unas semanas a nuestra obra de lectura, De A para X. Una voz autorizada que nos deja una primera impresión y nos abre sendas críticas para nuestra próxima sesión.

8 de abril de 2009.- 'De A para X', el libro de John Berger (Alfaguara), es una historia de amor, del amor bueno, verdadero y bello que puede (quizá deba) darse en este tiempo de singular pobreza anímica, de miseria humana y de impotencia. Por tanto, no es una historia de amor entre dos individuos psicológicamente obcecados, empeñados en mirar el mundo a través de su único y reducido objeto de pasión, sino de amor entre dos que da lugar al amor por el mundo, por la vida de los otros, por la vida en general con su numerosa cohorte de placeres y desdichas, de eternidad y olvido, de elevación y desgracia. Y también es una historia, por causa de ese amor por lo que existe y que suma mucho más que dos, de negación y de rechazo de todo lo que mata la vida: la persistente catástrofe en que vive una gran parte de la humanidad, la injusticia que se oculta en los grandes ideales vendidos y saqueados a diario, la ceguera de quienes lo aceptamos todo.
El otro amor, el de los sujetos irremisiblemente fundidos, dependientes y gimientes según su ventura y desventuras, patrocinándose mutuamente una justificación de su existencia (cuando no una sociedad comercial en torno al contrato de familia) y proporcionándose el calor que proporcionan los erizos cuando se juntan, no solamente no vale, sino que es indigno, pues en última instancia no sirve más que para perpetuar la venda en los ojos. Y además para nada: sólo para hacerse un poco de daño más tarde o más temprano.
El amor ha decaído tanto, se ha vuelto tan instrumental para los fines globales de la impudicia, que no es extraño que se difunda masivamente por los altavoces del orbe, y que no haya literatura o expansión sentimental que no contengan esa escuálida peripecia de la parejita que dice que se ama y que dramatiza sus dificultades y sus éxitos entre dos mojitos o dos perritos calientes, cámaras y guión mediante.
El libro de Berger, apoyado sobre todo en la voz epistolar de la mujer que espera a su amante condenado a dos cadenas perpetuas consecutivas (por motivos que no acaban de explicitarse y me temo haya que metaforizar más allá del terrorismo), muestra el sustento de la vida en la desgracia, los detalles que dan el latido a la existencia, la eternidad que se cobija en lo pequeño. Ella también es una activista de algún tipo, pero lo que importa es su rechazo a la miseria concreta y universal que se extiende por todas partes. No está contra todo, sino a favor de algo. Es ese 'a favor' lo que hace de ella una militante, un ser humano y una amante. O sea, lo que la compromete en su acción: no la negación o el rechazo que funciona como salvaguarda y que, como sabemos por experiencia de generaciones, suele concluir en retórica de pusilánimes dictando sentencia en su sillón de orejas, en la oficina o en la fábrica.
La voz del condenado son apenas notas a pie de página de las misivas de la mujer, de carácter político y de denuncia, dotadas siempre de cierto estremecimiento íntimo (más allá del dogma), aunque inevitablemente tocadas de algún economicismo ingenuo, de alguna hipnosis política falta de documentación y de conocimiento que, debe decirse, apenas importan, visto el panorama que a menudo nos negamos a ver.
En fin, el libro no es perfecto, pero como el propio texto admite "lo que se hace querer es lo imperfecto". De modo que es un libro querible, y de eso es precisamente de lo que estábamos hablando.

1/5/09

Apuntes del día del trabajador

Una vez leído nuestro Dostoievski, sin haber agotado ni mucho menos todos los temas a los que podría haber dado origen, nos encaminamos ya hacia la siguiente lectura, volviendo a la actualidad literaria pero sin abandonar el mundo de los clásicos (aunque en vida). Se trata de la última obra de John Berger, De A para X. Una historia en cartas (Alfaguara), de la que ya dimos noticia en una entrada anterior. Hay que hacer una advertencia para la lectura de esta "novela": la linealidad narrativa queda sacrificada ante la idea esencial que este autor, tan preocupado por comprender las pulsiones del ser humano, pretende transmitir. La forma, compleja, esta indisolublemente unida a la intención y a la verosimilitud de un cruce de cartas como éste. Por ello, espero que no sólo nos quedemos con la parte oscura, sino con la lectura de pasajes que pueden sugerirnos, evocarnos, conmovernos o dejarnos fríos, dependiendo de nuestra personalidad lectora. Como siempre, se ofrece un avance en la página de la editorial:
http://www.alfaguara.santillana.es/libro/de-a-para-x-–-una-historia-en-cartas/1378/

Un apunte adicional: muy interesante es el debate que han dedicado en el programa homónimo que se emite en CNN+ sobre la obra de Manuel de Lope, uno de esos autores que han estado a punto de entrar en el cauce del gran público pero que siempre se han quedado un paso atrás, a pesar de que su calidad como novelista es innegable. Acompañado del conductor del programa y del crítico Santos Sanz Villanueva, hace un repaso por su obra, y especialmente una valoración de su última entrega, Otras islas, en RBA. Hoy lo reponen, y seguro que habrá nuevas difusiones, por lo que puede ser interesante estar al tanto.

Y para terminar: surgió en los flecos de la tertulia (a lo mejor le conviene más este nombre a nuestro club, aunque requeriría de unos "cafeses" y unas pastitas que, por otra parte, no vendrían nada mal) una alusión a Oliver Sacks, el famoso autor de El hombre que confundió a su mujer con un sombrero y de Despertares. Pues bien, el título de su última obra editada por Anagrama es Musicofilia. Un interesantísimo y ameno ensayo, al que os derivo mediante el enlace pertinente: http://www.anagrama-ed.es/titulo/A_394

Primavera de libros

La sesión del pasado jueves nos llevó, como en otras ocasiones, a un final abierto: dado que hemos visto que la novela de O’Callaghan evoluc...