14/7/07

Popurrí veraniego

Con no poca alegría este post pretende dar cuenta de algunas novedades (relativas, dadas las fechas estivales en que las máquinas apenas si se mueven) antes de que quien escribe se marche de vacaciones unos cuantos días. Así que, a modo de popurrí, aquí van algunas propuestas:

-La editorial Edhasa sigue con su cuidada colección “Diamante” de bolsillo, aquélla que empezó el año pasado con motivo de su 75 aniversario, en unas insólitas encuadernaciones para bolsillo en tela (de color granate o burdeos, para más señas), y cuyo primer título fue la edición revisada de La Montaña mágica de Thomas Mann. Pues en tan poco tiempo ya son más de cuarenta los títulos, y, entre los últimos, salidos este mismo julio, aparte de un Graham Greene o de los cuentos de Salinger, destaco dos: Manhattan Transfer, de John Dos Passos, la novela coral del barco americano, uno de los hitos de la novela contemporánea, y Akhenatón del nobel Naguib Mahfouz, una novela histórica de este escritor egipcio cuyo Callejón de los milagros es una de las grandes novelas que hemos recomendado en nuestra clase. Ambas muy recomendables pero ¡ojo!, cuidado si os los lleváis a la playa no se mojen las pastas que se estropean con el agua de mar…

-Tal vez William Styron no sea un nombre reconocido de primeras, pero si decimos La decisión de Sophie, y gracias a la película de Meryl Streep, todos lo recordemos. Esta novela de largo aliento –id est, gordita ella- que reedita recientemente “La otra orilla”, nos habla de una mujer polaca que, aunque no era judía, estuvo en el campo de concentración de Auschwitz y que cuenta su historia a Stingo, provocando un estallido emocional. Pero decir esto de la novela es un pecado de reducción simplista imperdonable, pues lo mejor de la novela, lo que la ha convertido en una de las grandes obras de la literatura americana, es el entramado de historias, de pequeñas tramas y personajes que obligan a Sophie a tomar la decisión que apunta el título, en la que la cuestión moral cobra relevancia. Tal vez no sea una novela light, pero sí una excelente obra de introspección psicológica en un personaje y en un momento de la historia.

-También ofrece una revisión histórica La enfermera de Brunete de Manuel Maristany (Planeta). Para ser sinceros, es una novela que a primera vista no me había llamado nada la atención: otra novela, y además larguísima, con el pretexto de la guerra civil. Pero, independientemente de que siempre se resaltará la postura ideológica –en este caso, más escorada hacia el régimen, lo que empieza a ser más frecuente-, lo que me animó a entrar en ella fue una crítica en el cultural de ABC de Pozuelo Yvancos (confieso mi respeto profundo por este crítico) cuando ponderaba las características de folletín de la novela… ¡y a fe que lo es! Decenas de páginas que tal vez se echen de más, pero trampas por todas partes, sensibleras, impactantes, quiebros, sorpresas, tragedias, en un artefacto cuyo encanto mayor es su irregularidad. Muy apetecible como novela veraniega, sin grandes vuelos a pesar de su ambición, discutible y que puede haceros pasar un buen (amén de largo) rato.

- El escritor de moda portugués, Gonçalo M. Tavares, cuya obra El señor Henri (Mondadori) recomendamos en clase, no deja de ser publicado en nuestro país. A su proyecto sobre aforismos o apotegmas de personajes que habitan en un mismo barrio, con una visión sui generis del mundo, se une un repaso a la literatura universal en forma de glosario bajo el título de Biblioteca (Xordica). Brevedad y condensación al servicio de una erudición y juego literario que ofrecen una original forma de entender la obra de los grandes autores.

Espero que con esto y con unas cuantas visitas a la biblioteca y/o librería tengáis suficiente hasta que nos volvamos a ver por aquí en unas dos semanas. Mientras, que disfrutéis del verano todo lo que podáis.

6/7/07

Poesía in honorem César Antonio Molina

Aunque no es un género al que le dediquemos una especial atención, hay que llamar la atención sobre algunas novedades notorias, en el día en que César Antonio Molina –se veía venir por su peso en la cultura oficial- es designado Ministro de Cultura: así, la Poesía de Félix de Azúa (Bruguera), uno de los más brillantes exponentes de la generación de los novísimos que reúne sus libros de poesía en un único volumen; las Poesías Completas de Pedro Salinas en un único volumen de bolsillo y en una edición muy cuidada (Debolsillo); y, aunque no sea estrictamente poesía, el último libro del poeta (¿maldito? ¿excéntrico? ¿demente?) Leopoldo María Panero, Papá, cógeme de la mano que tengo miedo (Ed. Cahoba), con una breve presentación de Ana María Moix. Tres propuestas muy diversas por si os apetece visitar la vena lírica este verano.

Jean ECHENOZ, Ravel

De nuevo una breve pieza puede deparar sorpresas: la vida de Maurice Ravel, el autor del Bolero malgrè lui, es el núcleo central de esta breve reflexión sobre un personaje reflejado con una escritura tan impresionista como su propia música. Reflexiones que parecen escritas a jirones, episodios que se suceden de su biografía que demuestran un carácter atrabiliario a la par que apocado, mezcla de realidad e invención, y una apertura completa a la sugerencia al margen de los extensos tratados cuasi hagiográficos de que son objeto personajes como éste: esos son los mimbres con que Jean Echenoz, un escritor reconocido por su exquisitez y precisión en el manejo del lenguaje –merece la pena su anterior Me voy, título que no deja lugar a dudas sobre la intención de su protagonista, un artista venido a menos que decide romper con su mundo y viceversa-. Lo más destacado de este autor tal vez sea su maestría en mezclar lo esencial de la vida del hombre con sucesos fútiles e irrisorios por su propia simplicidad: el contacto con otras personas, el resumen de un periodo vital a través de un día carente de toda importancia, y pequeños acontecimientos que sólo adquieren relevancia por la suma. Así, la novela se abre con una circunstancia tan ridícula como la salida de la bañera con notable riesgo para el músico y acaba en un patetismo extraordinario y conmovedor. Muy recomendable (¡ah!, y además así cumplimos con nuestra cuota de libros editados por Anagrama…)

Para escuchar una entrevista en que habla de este libro -en francés-: http://www.canalacademie.com/article1054.html

Lecturas de oro (I)

El verano, aunque por un lado nos impulsa a la molicie y a una cierta relajación lectora, también es un momento ideal para sacar tiempo y recuperar textos a los que hace tiempo no acudimos. Una propuesta como cualquier otra –pero es en la que me hallo inmerso y gozoso- es la de leer y/o releer literatura, y en concreto novelas o textos narrativos, de nuestro Siglo de oro. Para que sirva de guía y de muestra de que hay vida más allá del Quijote, aquí va una lista bien jugosa y deleitosa:

Francesillo de Zúñiga, Crónica burlesca del emperador Carlos V. Un texto poco conocido y difundido –lo podéis encontrar en librerías de viejo o en la Biblioteca- del bufón de Carlos V, un enano con muy mala idea que hacía reír al emperador con sus chanzas y a nosotros con su crítica acerba y jocosa a todo lo que rodea al fasto de la corte.

Baltasar Gracián, El Criticón. Tal vez demasiado denso pero un no parar de maravillarse con el manejo del lenguaje, del retruécano, del equívoco, del doble sentido por parte del autor maño. El carácter alegórico puede casar menos con nuestro modelos de lectura, y el trazado de los personajes -el sabio prudente y el ingenuo salvaje traído a la civilización-, poco más que cascarones para ideas, puede desnortar, pero cada aventura, moralinas aparte, es un festival de ingenio.

María de Zayas, Novelas amorosas y ejemplares. Breves narraciones con un estilo ágil que buscan el entretenimiento mediante las cuitas de amor de sus protagonistas. Aunque la comparación sea odiosa, recuerda en cierto modo a las novelas sentimentales de las colecciones actuales, pero basada en la brevedad y en la búsqueda del argumento atractivo sin artificiosidad.

Diego Duque de Estrada, Memorias. Aunque está trufada de las vivencias y aventuras de este noble, el subtítulo (Comentarios del desengañado de sí mismo) nos muestra la faceta crítica y moral tan del gusto barroco.

Vida del capitán Alonso de Contreras. Olvidaos de Alatriste: si lo que se busca son hazañas de un militar aventurero en el Siglo de oro, esta breve obrita nos cuenta de manera desenfadada algunas de las expediciones de este soldado, quien no duda en ponderar sus virtudes y quiere caernos simpático. Ameno y esclarecedor.

Gregorio González, El guitón Onofre. Desventuras y más desventuras son las que sufre este personaje salido del magín de un escritor riojano, y que en nuestros pagos ha sido objeto incluso de versiones en forma de cómic. Un ejemplo clásico de novela picaresca.

Lope de Vega, Novelas a Marcia Leonarda. Lope le cuenta a una mujer –una de sus múltiples amantes, al parecer- cuentos desprovistos de pretensiones en los que se mezcla la novela bizantina, de viajes y maravillas, con la novela costumbrista de la época. Su objetivo: entretener a la destinataria en sus ratos de asueto y antes de dormir. Con nosotros lo consigue.

Primavera de libros

La sesión del pasado jueves nos llevó, como en otras ocasiones, a un final abierto: dado que hemos visto que la novela de O’Callaghan evoluc...