Una buena recomendación para seguir ampliando nuestro canon particular de lecturas, independientemente de todo lo que siempre hemos dicho y opinado sobre su inefable autor, es El camino hacia la cultura, una personal revisión de lo que considera el acerbo cultural imprescindible para un individuo culto. Resulta tan simpático como desolador el prólogo en que justifica el porqué de esta decisión de lanzarse a orientar al desvalido ciudadano entre las marañas culturales, del cual se ofrece un extracto en el siguiente enlace:
Además, el volumen, aparte de las consabidas nóminas no sólo de libros, sino también de películas y otros aspectos de cultura, se acompaña de una Guía de Trabajo en que propone una utilización activa de su obra. Como los cuadernillos de vacaciones para el verano, vamos...
Criticable, muy criticable casi todo lo que aporta, pero precisamente por ello muy saludable.
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