Además, pondremos el punto y aparte (nunca sabemos qué nos deparará el futuro) valorando las lecturas realizadas a lo largo del año, con el fin de comprobar si alguna nos ha aportado algo y compartirlo con los demás. Como sabéis, este grupo es, únicamente, lo que vuestra generosidad nos da a los demás.
Por último -de momento-, aunque el verano sea un tiempo propicio para escaparnos de nuestra rigurosa dieta de lectura y alimentarnos con lecturas más personales, siempre queda un hilo conector que, deo volente, nos emplazará al regreso del curso. Este hilo es la novela de Thomas Mann, Los Buddenbrook, saga familiar de las densas, en que sumergirnos con la delectación y parsimonia que nos concede el verano.
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