12/12/13

Lecturas de comienzo de año

Retomando una muy sana costumbre, hemos establecido las que serán, tras la sesión especial de fin de año, nuestras lecturas de enero de 2014. Como han sido muchas las propuestas y todas bien recibidas (¿se confirmará tras la lectura la bondad de las mismas?), os recuerdo aquí cuáles hemos seleccionado y el orden de lectura.

1. Nadine GORDIMER, Mejor hoy que mañana (Acantilado). Un acercamiento al mundo de la Sudáfrica ¿post-apartheid?, tan de actualidad estos días, de la mano de una premio Nobel a quien llevamos tiempo rondando. Por su precio y volumen, la leeremos durante Navidades y la comentaremos en la primera sesión.

     http://www.acantilado.es/novedades/mejor-hoy-que-maana-651.htm



2. Niccolò AMMANITI, No tengo miedo (Anagrama - compactos). El escritor italiano más popular y leído de las últimas dos décadas, al que hemos seguido en cada novedad literaria. En este caso, estamos ante una de sus novelas más equilibradas y sugerentes.

     http://www.anagrama-ed.es/titulo/CM_631





3. Elizabeth TAYLOR, El juego del Amor (Ático de los libros). Un pequeño respiro lleno de sentimientos salido de la pluma de una autora afín al grupo de Bloomsbury y ofrecido por una de esas editoriales pequeñas que tanto bien nos hacen.

     http://www.aticodeloslibros.com/novedades/El%20juego%20del%20amor-48.html





Como veis, muy distintos géneros y procedencias. Obviamente, cualquier alteración del programa será bien recibida...
Y, en la recámara, nos han quedado obras tan dispares como golosas:

Flannery O'Connor, Sangre sabia
José Luis Peixoto, Nadie nos mira

Así como las "efemeridísticas" de Julio Cortázar, Wenceslao Fernández Flórez, etc. El próximo año se presenta cargadito de propuestas.

Delirio de Grossman

Nuestra última lectura de este mes, para quien no haya podido asistir estos últimos días, es la controvertida novela de David Grossman Delirio. Un gran autor, destacado por su valor ético y literario a nivel mundial, del que escogemos una novela de alto voltaje (en todos los sentidos).

De cines

Tarde, como suele ser habitual, actualizamos este blog con una estupenda aportación que nos ha regalado Carlos y que compartimos con todos por si alguien no lo ha recibido. ¡Muchas gracias!


SALON PERFUMADO POR TORINO

Hace años en Logroño había varios cinesMe apetece recordar sus nombres: Diana, Avenida, Moderno, Olimpia, Frontón, Alhambra, Atenea, Bretón, Sahor y Dúplex.Sin olvidar los domingueros: Maristas, Escolapios y Padre Marín, donde, por cincuenta céntimos nos echaban unas rancias películas en las que una misteriosa mano impedía ver los besos y demás escenas, que llamaban escabrosas.  Entonces empezaban los chiflidos y pataleos, hasta que el cura encendía las luces y daba por terminada la sesión.  Así era todas las tardes de domingo.
Guardo en mi memoria aquellapelículas matinales dlos domingosPor una peseta, una de indios vaqueros, salíamos tan contentos.  A la tarde, otra vez al cine,según la película, escogíamos colegio.  Y del cine a casa.  Eran otros tiempos.
Después, un poco más mayores, recuerdo con nostalgia el paseo por Portales,para ver, además de las chicas, las carteleras expuestas en los soportalesGuiados por sus fotogramas decidíamos que películas íbamos a ver y en qué cine (hoy decimos sala).  Nos guiábamos por las fotos de las chicas más guapas y ligeras de ropaNormalmente no acertábamos.
Como el presupuesto no alcanzaba para más, sacábamos entrada de gallinero y poníamos a los de butaca perdidos de cáscaras de pipas.  Por eso, y por hacer el gamberro, casi siempre nos echaban.  Cuando esto no pasaba y, sobre todo cuando llovía, nos quedábamos hasta la nocheEra sesión continua y programa doble.
Entonces se clasificaban así: uno (todos los públicos), dos (jóvenes), tres (mayores de 18 años), tres R (mayores con reparos) cuatro R (extremadamente peligrosa), éstas exigían confesión. Qué mentes más retorcidas las de entonces.
Casi siempre nos decidíamos por las que parecían más verdesPocas veces conseguíamos pasarHabía que enseñar el carné.  Otra vez a la fila, a ver si pillábamos despistado al portero, que nos tenía fichados.
Hoy se han desplazado a los extrarradios y los llaman multicines; con la tecnología más avanzada, muy cómodos.  Pero no es lo mismo.
En fin, me quedo con aquellas películas que anunciaban a todo bombo: “Color por tecnicolor”, o algo así.

Carlos,  diciembre2013

Primavera de libros

La sesión del pasado jueves nos llevó, como en otras ocasiones, a un final abierto: dado que hemos visto que la novela de O’Callaghan evoluc...