Como sabéis, el regreso de las vacaciones de Semana Santa ha dado de sí ya dos sesiones: una sobre Matemos al tío de Rohan O'Grady (pitos y palmas), que nos ha servido para una sesión un tanto atípica de viernes y, sobre todo, para oxigenarnos tras tanta literatura trascendente. Tras ella, y con los fastos del día del libro, acabamos de ponernos manos a la obra con un texto denso pero no exento de humor, como es Herzog, la gran novela de Saul Bellow. Meternos en el mundo intelectual de este personaje no está exento de peligros, pero sin duda nos dará para debatir sobre su postura ante la vida, sobre el pensamiento judío, sobre las dificultades de su lectura, etc. A ello nos dedicaremos este jueves.
Y, tras ella, sabéis que hemos seleccionado (¡por fin!) una novela de Jack London, quizá la más alejada de la imagen del hombre enfrentado a la naturaleza con que identificamos su obra: se trata de El vagabundo de las esttrellas (o El peregrino astral). De nuevo, nos movemos en un entorno doloroso pero al mismo tiempo esperanzado: desde la muerte inminente a la vida trascendente. Desde luego, no veremos a Colmillo blanco, aunque no creo que nos deje indiferentes un narrador que nos apela tan directamente.
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